El equipo marrón lloró y su hinchada rompió plateas, por momentos parecía que volverían a suspender el partido, es raro el accionar de está gente. Sus hinchas no alentaron, sus jugadores protestaron todo y nunca entendieron que para ganarle a Banfield hay que tener mucha garra y comunión con su hinchada. Este fenómeno es frecuente, ¡que manera de insultar a sus jugadores!, ¡¡que clima en la tribuna bordó!!. Tal como adelantamos en la semana, el singular equipo tiene unas formas extrañas tanto en la tribuna como en el campo de juego: lamentos, bronca, furia hacia sus colores cuando no salen las cosas y por sobre todo, una amargura descalificante y un frió polar en su congelada tribuna.
Ayer estuvieron en el Lencho y los pudimos ver de cerca, como no alientan quieren ser escuchados y por eso rompen las cosas, sus jugadores descalifican con sus dichos, fue digno de apreciar semejante conducta desagradable, se fueron dejando una huella, "que feo que es ser hincha del granate" fue la reflexión que todos tuvimos.
Toda la comunidad científico-futbolística tiene nuevo material para continuar con sus estudios acerca de tan particular club, que sorprende en cada partido y su historia está vinculada al horror y la vergüenza del fútbol nacional.
